Luego de dos meses de feliz matrimonio, de convivir formalmente juntos, José Manuel enviudo en el día de ayer, quedandose sin su medio pomelo.
Hoy se lo pudo ver al flamante viudo triste y llorando a escondidas por el mostrador (aunque algunos dicen que se escondía para contar los billetes que le dejo la vieja).
Nuestra pobre Adelfa no pudo soportar estos afímeros días junto al Playboy del Cabernet, quien la llevo de corcho en corcho, de gira en gira, meta vino y vino, meta ponga y ponga; si bien se la veía muy feliz, aggiornada a pesar de sus jóvenes 93, tanto pito y matraca fue un viaje de ida para la nona Adelfa.
Nuestro mas sincero pésame, y que tanta congoja, tanta lágrima borravino, no te deshidrate.
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