Tony Jorgito

Gaucho de la pampa árida, devenido en forajido de cabaret, indomable potrillo del pasto verde acaudalado del sur de Córdoba, guacho de leyes y respeto…. Ese es el sabandija lateral derecho de Sonno Io.
Según nos cuenta un memorioso, que al bautismo fue vestido de bombacha, camisa y boina, todo de raso rosa, todo de etiqueta Dulce Carolo. Fue ahí mismo cuando el párroco oso mojarle la crisma con agua bendita cuando dijo sus primeras palabras, “la puta que esta fría” (sic), y de ahí en mas, el más auténtico Paturuzito que hayamos conocido no paró de hablar boludeces hasta el día de hoy.
De bebote le gustaba juguetear con las boleadoras y el chupete, hasta que un día se cruzo con su ídolo, Carlitos Balá y no tuvo mejor idea que esconderse el chupete, por vergüenza, en el orto. De ahí en más incorporo el vicio en su haber.
De niño, era motivo de comentarios en fogones y asados, las picardías de este zanguango con cara de aguilucho anémico y porra color febo, diestro con el balero, los dados y ordeñando caballos.
En la pubertad, se hacia fama a los ponchazos.
Fue donante de baba de caracol, lustra botas, pendenciero de pelotero, tira tizas, alcahuete de la maestra, toca timbre, escondedor de bombachas y miles de bravuconadas mas.
Al ser esquivo de las curvosas bondades de las paisanitas, desahuciado, se le acercaba a cuanto gaucho andaba revoloteando por el boliche con su vasito de whiscola, que tomaba muy elegantemente con su pajita rosa. Mas de uno lo invito a domar el potro al verle las uñas a la francesa… no sabemos si lo hizo, pero es llamativa su chuequera….
Fue por esa época que se le dio por despuntar vicio con el deporte. Le dio a las tabas y nada, probo con el cricket y triunfo (fue el mejor gomero del año), le dio al golf, pero ni ahí embocaba en un agujero, siguió el rugby, emulando al gran Bryan Havanna y fue ahí que se gano el apodo de “Tony Jorgito” (es que era mas parecido a Forrest Gum que al Sprinbook … y a la única ovalada que trataba con cuidado era a la almeja de la ponja de la tintorería), no había caso, hasta que se topo con el futbol, da casualidad, como sin querer. Un día se le acercaron unos purretes del potrero y le dijeron: “Che flaquito, venite a jugar al futbol con nosotros que nos falta uno”, y ahí fue nomás, el muy buenudo, a debutar con el fulbo, y lo hizo en el arco, mas precisamente de palo derecho...
Ya de grande, ahorrando letras a este resumen biográfico, se le animo a participar a los torneos laborales. De lateral se vendía.
Así entro a Sonno Io, a ocupar la banda derecha. Y el gauchito gil, con sacrifio y perseverancia, a base de corrida, transpiración y sobarle los huevos al Capitán Bidet se gano la camiseta. Mas de una vez el técnico le gritaba: “levanta la cabeza animal”, “te olvidaste la pelota pelot..”, “los de amarillo son los tuyos, los otros son los rivales bolu…”, “corre menos Forro (en realidad le quería decir Forrest, pero los nervios del dt lo traicionaban)”, “patea al arco narigón, patea al arcooo” (y aquí hacemos un alto en la huella, ya que al decirle eso, que hizo???? Fue y pateo el poste del arco…y encima se ligo un sopapo del guardametas contrario, "colarada" le dejo la jeta como culo de Miguelez).
La actualidad lo encuentra como bola sin manija en el Diario, entre el mostrador y la oficina. Celoso guardián de su puesto, se supo ganar el cariño de los motoqueros al regalarles una suaves tocaditas de manos cuando se pasan los sobres por el vidrio; dicen que es la misma suavidad que utiliza para ganarse un franco cuando le acaricia los huevos al Colorado.
Sotreta el gaucho que supo armar fogón con el bancario para coparle la parada al Capitán Bidet y ponerse de bruces para tener la titularidad o la nada.
Este es amigos, el lateral derecho de Sonno Io, “Tony Jorgito”.